¿Somos nuestro cerebro?

El cerebro es la parte más importante del cuerpo humano. A lo largo de la historia, a medida que hemos ido evolucionando, nuestro cerebro se ha ido desarrollando, hasta llegar a realizar todo tipo de funciones y de actividades. Este desarrollo diferencia a los seres humanos del resto de seres vivos del planeta. Él, constituye un 2% de nuestro cuerpo y el 25% de toda la energía que requiere el cuerpo para funcionar. 

Sin embargo, muchas veces nos planteamos si realmente solo somos nuestro cerebro y si somos víctimas de éste. En él se encuentran las unidades funcionales de procesamiento de la información, es decir, las neuronas, las cuales transportan información a otras mediante los neurotransmisores. En definitiva el cerebro controla los movimientos voluntarios, el habla, la inteligencia, la memoria, las emociones y procesa la información que recibe a través de los sentidos. 

En mi opinión podemos decir que solo somos nuestro cerebro. Por ejemplo si cogemos el cerebro de un genio intelectual y se lo transplantamos a una persona cualquiera, esa persona se convertirá en un genio, siendo capaz de realizar las mismas funciones que la persona anterior. En cambio la conducta y el comportamiento pueden variar ya que se adaptan a las particularidades del entorno, de tal manera que la relación entre el cerebro y la conducta se ve modificada por aspectos como el ambiente, los factores del entorno, la genética o el daño cerebral. 

A pesar de tener un cerebro de alguien diferente, éste se adapta a unas condiciones que hacen cambiar nuestro comportamiento y que producen cambios a nivel cerebral (en las conexiones sinápticas de nuestro cerebro). 

En conclusión podemos decir que sin cerebro seríamos incapaces de realizar todas las funciones, salvo respirar, por lo que seguiríamos viviendo, es decir, el cerebro se encarga determinar nuestro comportamiento.